NO IMPORTA QUE LA MUERTE ME LLEGUE
Dulce el arroyo de arbustos rodeado
Me
incita al sueño con su leve ruido
Así
es cuando tú me hablas quedo
Suave
murmullo que el dolor aleja.
Mas
al cruzar este laberinto horrendo
Donde
la noche cae en eterna espera
Vuelvo
a aquello que no es un sueño
Y
otra vez el tedio a mi alma enferma.
En
esta hondura de mi condena
Nada
podrá apaciguar mi pena
Que,
al no encontrarte,
Mi
alma queda sumida
En
un espejismo de amor.
Tengo
miedo de perderte
Cuando
tu sonrisa ilumina al mundo.
Tengo
miedo de perderte
Cuando
tus cabellos excitan al viento.
Siento
tus suaves caricias
En
mis sueños imaginarios.
Siento
el dulzor de tus labios
Cuando
beso tu boca imaginaria.
Y
cuando al fin miro
Las
olas de un mar furioso
Viajar
en ellas quisiera
Tal
vez a una playa lejana
Tal
vez a donde moran los muertos
Sólo
por no verte en otros brazos.
Permaneceré
impenitente a mis desvelos
En
esta larga noche que es la vida
Esperando
tener tu cuerpo junto al mío
Antes
que me llegue la muerte.
No
importa que la muerte me llegue
Después
de tener tu cuerpo junto al mío.
Viviré
para buscarte en las honduras de los años
Viviré
superando el dolor por adorarte.
Y
cuando la homicida parca me sorprenda
Y
al encontrarme bajo una losa fría
Nada
podrá borrar de mi alma
Cuando
ella a la otra vida asista.
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