DEVUÉVEME

 

Devuélveme el olor a tierra prometida

donde el cielo azul y el aire puro de aquel día

derramaron sus pétalos en toda la campiña

y mi alma elevó sus alas abiertas a la vida.

 

Devuélveme el glamour de tu sonrisa,

la forma de tu cuerpo en armonía,

que, al paso de una leve sombra,

en el telar del amor, creí sentirte mía.

 

Amorgo es el hastío de la espera

ignorando el camino de una vida triste

yo que quería mirar la eterna primavera

sin desligarme de los besos que me diste.

 

He vivido el tiempo permitido

desafiando a las piedras del camino.

He soñado lo que nadie ha soñado:

desgarraduras que el destino me ha dejado.

 

Nada es indeleble, ni siquiera el frío del invierno.

Las hojas del árbol se derraman con el viento,

las cicatrices se borran con el tiempo

no así el amor cuando éste es eterno.

 

Desde la inhóspita altura de la vida

voy trazando una ruta que me guía

hasta alcanzar el reposo de mi alma

cuando la muerte haga presa de la mía.

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