UN ADIÓS EN SILENCIO


Anhelo un adiós en silencio
para no despertar a los pájaros 
que pernoctan en sus nidos 
soñando en la primavera. 

Un adiós en silencio 
para no sacudir el alma  
de quienes sucumben al destino 
en los avatares de la vida. 

Un silencio clamoroso y tierno, 
como el rumor del manantial 
que se escurre oculto 
en la espesura del monte 
llevándose en secreto 
el delirio de las hojas, 
que de haber nacido tiernas y sensuales 
mueren ajadas y cautivas    
en los barrizales de una orilla.     

Un adiós en silencio, 
como la iridiscente y frágil 
mariposa que despega de una flor, 
y seducida por el reflejo de la luna  
se posa en el charco de la muerte. 

¡Anhelo un adiós de líricas voces 
armonizado con las rimas del amor! 
¡Un silencio que devore los susurros 
Trastrocando el estruendo del dolor!

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