POR LOS CAMINOS DEL QUIJOTE

Toledo - España


En un lugar de la Mancha
Senda del Caballero Andante
Por donde cruzó el Quijote,
Rocinante, su Rucio y Sancho Pansa.
En un fragoso silbido del viento
Removiendo cada piedra, cada árbol
Van aladas voces susurrantes.

Mis pies de errante, arrastran
Arena y barro en desierto sin rumbo,
El sol, con sus quilates de oro
Corre jadeante cual corcel desbocado.
En tanto mi alma en forasteras tierras
Levanta el vuelo en tiempo efímero
Tejiendo añoranzas en atardeceres.
Y entre beso y beso con el aura
De los lagos y montes de la sierra,
Va tocando cuerdas de viejas heredades.

¿Acaso es sueño de aquel vagabundo
Que hace su siesta bajo los pinares,
Higueras, viñas o matorrales?
¿O son visiones de un moribundo
Que perdió la ruta de su destino?

El viento gira las ruedas del molino,
El tiempo teje la historia,
El hombre sigue su camino.

Aquellas tierras manchegas
De héroes, reyes y castillos,
De espadas, armaduras y villanos.
De un Cristo de brazo caído
Por un amor no cumplido
(Reza la leyenda)
¡Qué culpa tiene el Cristo
Cuando el hombre no es cumplido!
¿O la mujer que es cautiva
de un amor no correspondido?

Al calor de un sol resplandeciente,
con la frente de sudor enjugada
y de sueños embelesado,
vago por los senderos del Tajo,
Tierra de desnudos pedregales,
Serrijones, muros y oquedades,
Donde el águila de ensueños
Arremete a la tórtola que se resiste
Y el agua corre lenta a engrosar otros ríos
Hacia el pozo salobre de los mares.

Tras las murallas viejas
Donde manos sangrantes
Cavaron sus propias tumbas.
Cobijado por luz de luna argentada,
Mente y mirada tambaleantes
Respiro aire de historias milenarias.

El viento gira las ruedas del molino,
El tiempo teje la historia,
El hombre sigue su camino.

Publicado en la Antología Voz Poética.








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